sábado, 2 de abril de 2011

JOSÉ HIERRO


José Hierro del Real nació en la ciudad de Madrid el 3 de abril de 1922, aunque gran parte de su vida transcurrió en Cantabria. Allí inició la carrera de perito industrial, que se vio obligado a interrumpir en 1936. Al finalizar la guerra, fue detenido y procesado por pertenecer a una «organización de ayuda a los presos políticos» e ingresó en prisión, donde desarrolló una intensa actividad literaria. Salió de la cárcel en enero de 1944. Tras vivir en Valencia y, nuevamente, en Cantabria, se trasladó a Madrid donde comenzó a trabajar en el CSIC y colaboró en diversas revistas de información y en Radio Exterior de España y Radio 3; posteriormente, se incorporó a Radio Nacional de España, en donde permaneció hasta su jubilación, en 1987.
Obtuvo diversos premios: En 1981 el “Príncipe de Asturias”, el “Reina Sofía de poesía Iberoamericana” llegó en 1995, y tres años después, el “Cervantes”. En 1995 fue declarado Doctor Honoris Causa de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo.
En 1999 integró la Real Academia Española, año en que recibió el Premio Europeo de Literatura “Aristeión” y el “Ojo Crítico”, pero poco después sufrió un infarto,y falleci el 21 de diciembre de 2002.

NOCHE
Salió desnuda el alma
a quemarse en la hoguera.
¡Qué claras dan la sombra
las estrellas!
Se enredaba la noche
azul, entre las piernas.
Ocultas en los chopos
bailaban las doncellas.
¡Qué anunciación, qué víspera
de deshojar las nieblas
de dos en dos. Las brisas
de tres en tres!
Estrellas,
¡Qué claras dan la sombra
las estrellas!
De "Prehistoria literaria" 1936-1944

LAS NUBES
Inútilmente interrogas.
Tus ojos miran al cielo.
Buscas, mirando a las nubes,
huellas que se llevó el viento.
Buscas las manos calientes,
los rostros de los que fueron,
el círculo donde yerran
tocando sus instrumentos.
Nubes que eran ritmo, canto
sin final y sin comienzo,
campanas de espumas pálidas
volteando su secreto,
palmas de mármol, criaturas
girando al compás del tiempo,
imitándole a la vida
su perpetuo movimiento.
Inútilmente interrogas
desde tus párpados ciegos.
¿Qué haces mirando a las nubes,
José Hierro?
(De Cuanto sé de mí, 1957-1959)

PECIOS DE SOMBRA
Hablaban con bocas de sombra,
susurraban sucesos mágicos,
historias de herrumbre y de musgo
(no sabían que estaban muertos,
y yo no quería apenarlos).
Fui reconstruyendo sonidos
que en el sueño significaban
para interpretarlos despierto
y atribuirlos a unos labios.
(Quería conocer el nombre
de quienes me hablaban en sueños:
la rosa no olería igual
si su nombre no .fuese rosa.)
Rescaté, lúcido y sonámbulo,
los vestigios que la marea
llevó a mi playa de despierto;
con ellos construiría un puente
desde el soñar hasta el velar:
así tendrían consistencia
las palabras impronunciables
que yo escuché cuando dormía,
fantasmal materia de sueño.
De "Cuaderno de Nueva York" 1998

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